La comunidad de Qumrán

El yacimiento arqueológico de Khirbet Qumrán está situado en el extremo noroccidental del Mar Muerto, a unos 35 kilómetros al este de Jerusalén. La opinión más extendida entre los investigadores es que ese lugar fue habitado por una secta judía aislacionista, probablemente esenia. Los esenios, junto los fariseos, saduceos, samaritanos, zelotes, los seguidores de Jesús y Juan el Bautista y otros, constituían el tejido de la sociedad judía en la tierra de Israel desde el ascenso de los hasmoneos (166 antes de la era común) hasta la destrucción del Segundo Templo en el año 70 de nuestra era.

Esta secta, que los manuscritos denominan Adat ha-Yahad o “el Consejo de la Comunidad”, se formó al parecer como consecuencia de las profundas controversias surgidas en Jerusalén acerca de cuestiones relacionadas con el culto en el Templo tales como el calendario, las leyes de pureza ritual, las ofrendas y los diezmos. Estas diferencias habrían llevado en última instancia al fundador de la secta (denominado “Maestro de Justicia” en los manuscritos) y a sus seguidores a abandonar el Templo de Jerusalén al que consideraban impuro, separándose del resto de Israel y estableciendo en un determinado momento un asentamiento aislado en las inmediaciones del Mar Muerto.

La comunidad de Qumrán constituía una comunidad aislacionista cuyos miembros sentían un odio profundo hacia sus adversarios a la vez que albergaban expectativas mesiánicas. Su objetivo final era regresar a Jerusalén una vez llegada la hora de la salvación y reinstaurar el culto en el Templo futuro y puro que, así creían, el mismo Dios habría de construir. Estas esperanzas se desvanecieron finalmente en el año 68 de nuestra era cuando el ejército romano destruyó el asentamiento de Qumrán en su camino a Jerusalén para suprimir la revuelta judía que llevaría dos años más tarde a la destrucción del Segundo Templo.

La opinión más extendida entre los investigadores es que los manuscritos formaban parte de la biblioteca de la comunidad de Qumrán y que fueron sus miembros los que los ocultaron en las cuevas antes de tener que abandonar el asentamiento ante el inminente ataque de las tropas romanas, con la esperanza de recuperarlos de nuevo una vez pasado el peligro. Hay quien considera, en cambio, que los manuscritos fueron depositados en las cuevas, en parte o en su totalidad, por rebeldes judíos que huían de Jerusalén. Esta teoría presenta pues una alternativa a la identificación de los manuscritos con los habitantes esenios del yacimiento de Qumrán.

El refectorio de Qumrán
El refectorio de Qumrán